
20 nov 2010
Invocando a Berlanga en la Tributaria

9 nov 2010
Si echamos cuentas...
8 nov 2010
Una cántara al año.
16 oct 2010
Verdadero Beaujolais
9 oct 2010
De carne y hueso.

Bodegas Basilio Izquierdo
Bodegas Basilio Izquierdo es un proyecto personal nacido en 2007, una pequeña bodega familiar construida sobre la experiencia de un enólogo que ha dedicado su vida a conocer e interpretar el viñedo riojano. Sus vinos son la expresión más actual, singular y moderna de una Rioja que siempre estuvo ahí.
Uvas seleccionadas de las tres subzonas de la Denominación de Origen Calificada y una elaboración cuidada al milímetro por uno de los grandes maestros de la enología riojana: Esos son los pilares que sostienen unos vinos que llevan como firma la inicial de su elaborador: B, de Basilio.
El enólogo: B, de Basilio Izquierdo
Nacido en Socuéllamos (Ciudad Real) y enólogo por la Universidad de Burdeos, Basilio Izquierdo cuenta entre sus primeras experiencias enológicas el haber participado, allá por 1972, en el renacimiento de la variedad Verdejo en la Denominación de Origen Rueda, de la mano de Emile Peynaud y las Bodegas Marqués de Riscal. Aquella experiencia, sumada a múltiples vendimias realizadas en Francia, dio paso a su consagración como uno de los grandes enólogos de Rioja al comenzar a ejercer como Director Técnico y responsable de proyectos de investigación y desarrollo de C.V.N.E, una relación que se extendería durante más de tres décadas -con hitos como la puesta en marcha de Viñedos del Contino en 1974- y que le llevaría a convertirse en uno de los protagonistas de la gran revolución técnica del vino riojano en su etapa de mayor expansión y consolidación mundial. Toda esa experiencia acumulada y su conocimiento exhaustivo del viñedo riojano son la base sobre la que ahora cimienta su apuesta personal, la gran obra de su vida, su propia bodega y unos vinos en los que deposita toda la sabiduría adquirida durante décadas en el complejo arte de elaborar grandes vinos riojanos.
Nuestra filosofía: beber de las fuentes
Todo proyecto nace de una idea, Bodegas Basilio Izquierdo lo hace con un leit motiv que es al mismo tiempo una declaración de principios: Volver a beber de las fuentes. Regresar a una Rioja que está en el principio de todo lo que es hoy esta denominación de origen.
Esa premisa preside la concepción del tinto B de Basilio, un vino original en los dos sentidos que permite expresar esta palabra, por retomar la senda clásica del cupage de variedades clásicas y por hacerlo desde una nueva perspectiva preciosista, mínima en sus dimensiones, exigente hasta el delirio en la calidad y con dos exigencias fundamentales: viñedos viejos de selección natural, identificados con el terruño del que proceden, y uva sana siempre, sin concesiones.
El B de Basilio blanco, por su parte, va un paso más allá: rescata del olvido la Garnacha blanca riojana con la que el propio Basilio empezó a trabajar allá por 1995 y construye sobre ella un blanco complejo y sutil en el que la Viura actúa sólo como actriz de reparto, cediendo el protagonismo a la profundidad de matices de una variedad prácticamente desaparecida en tierras riojanas, aunque muy capaz de aportar nuevos registros al panorama del blanco de la denominación de origen calificada.
Rioja: Nuestro viñedo, nuestra inspiración
En un tiempo en el que el vino riojano parece abdicar de sus señas de identidad tradicionales, cuando la Tempranillo extiende su imperio en vinos monovarietales y la idea del cupage de variedades cultivadas en las distintas subzonas de la denominación parece retraerse, Basilio Izquierdo propone con sus vinos un retorno a la selección personal de viñas muy viejas distribuidas por toda la geografía riojana: Garnacha blanca de San Vicente de la Sonsierra y Briones, para elaborar un blanco único. Para su tinto, Tempranillos de Leza y de Laguardia por su fruta y su frescura; de Haro, por su elegancia. Garnachas tintas de Tudelilla o de Cárdenas, que supondrán un tercio del cupage final, como en todos los grandes vinos riojanos históricos. Graciano también de Haro, apenas un apunte, que añadirá estructura al esqueleto. Y todo ello sin ataduras, escogiendo cada año las mejores cepas de aquellos viñedos viejos que se encuentran en un estado óptimo para aportar un matiz diferencial.
Selección: finca a finca, racimo a racimo.
Bodegas Basilio Izquierdo no dispone de viñedos propios. Basilio busca y analiza aquellas fincas que considera pueden aportar algo distinto a sus vinos y una vez escogidas habla con los viticultores, selecciona dentro de ellos las cepas que utilizará y gestiona su vendimia. Sólo lo mejor, los racimos que hayan alcanzado el grado de madurez ideal, serán recogidos manualmente en pequeñas cajas para ser trasladados a la bodega. En total, poco más de diez mil kilos de uva tinta, no mucho más de cuatro mil kilos de uva blanca, para una producción que nunca llegará a superar en su conjunto las veinte mil botellas.
La bodega
Los vinos de Bodegas Basilio Izquierdo se elaboran en la antigua Cooperativa El Collado de Laguardia, unas instalaciones peculiares, creadas en los años ochenta para que los cosecheros de la zona contaran con zonas de elaboración individualizadas extramuros de la capital del vino de la Rioja Alavesa. Allí ha adquirido Basilio cuatro pequeñas bodegas particulares y las ha unificado para conseguir seiscientos metros cuadrados útiles, divididos en tres plantas.
Sin alardes técnicos, con una prensa de agua de los años cincuenta que resulta más que suficiente para realizar con una gran calidad las poco más de diez prensadas necesarias en cada vendimia.
Nuestros vinos

B, de Basilio tinto 2007
B de Basilio se elabora a partir de viñedos seleccionados en las zonas más reputadas de Rioja. Es fruto del cupage de variedades clásicas: casi dos tercios de Tempranillo, un tercio de garnacha tinta y cerca de un 5% de Graciano.
Las uvas se vendimian a mano en cajas de 15 kilos de entre las mejores cepas de cada finca y sólo los racimos más sanos, sin aceptar una sola uva podrida.
La fermentación dura entre doce y quince días, con catas, remontados manuales y “delestages” suficientes para conseguir una extracción de calidad. La fermentación maloláctica se realiza en barricas francesas, de forma espontánea, tras el descube. El vino es sometido a sucesivas trasiegas al dictado del paladar.
El embotellado tiene lugar sin clarificación previa, cuando el vino, tras dos inviernos en contacto con el roble, muestra la necesaria nobleza en sus taninos y la más lograda integración entre la fruta y la madera.
Nota de cata
Es un vino bien cubierto de color, vivo y entero. De nariz compleja, floral, con riqueza y una madera limpia, presente pero discreta. Gran paso de boca, largo, equilibrado, amplio, suave y con un recuerdo final fiel reflejo de la calidad de la uva y del trabajo del vino.
B de Basilio blanco 2009
B, de Basilio Blanco es un vino único en la Rioja. Se elabora a partir de un porcentaje mayoritario de la variedad Garnacha blanca, cuyo cultivo y vinificación ha pasado a ser prácticamente testimonial en la región. Esa Garnacha se vendimia en su punto óptimo de maduración en el paraje de Gallocanta, en San Vicente de la Sonsierra, y a ella se suma un porcentaje menor de Viura cultivada en Haro.
El vino fermenta en barricas nuevas borgoñonas, tras un prensado de uva entera (tipo champenoise) que busca potenciar al máximo las peculiaridades de elegancia y delicadeza que encierra esta variedad tan especial. Uno de sus secretos es el trabajo de las lías: se realiza un batonnage manual durante seis meses hasta alcanzar la deseada redondez y estabilidad que definen al vino.
Nota de cata
Es un vino austero, personal, limpio, de aromas complejos muy delicados que rápidamente se abre y amplifica en la copa. Con notas muy finas de buena madera, es suave, sedoso, delicado, largo en boca. Complejo y delicado.
10 sept 2010
Tártaros.

4 sept 2010
Hacienda somos tontos.



27 ago 2010
Barbarot


2 ago 2010
En la playa.
28 may 2010
Riojalibre.
3 may 2010
Gran reserva y otras.
16 abr 2010
Cerrando.
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8 abr 2010
La proporción áurea.
30 mar 2010
Internetizando
12 mar 2010
Segundas

Aunque me da la sensación de que esas nuevas marcas no terminan de lucir en el portafolio oficial de la bodega, ya hay prensa que alaba las cualidades de esos vinos buscando ilustrar al consumidor y sobre todo al equipo de marketing que parece estar esperando los resultados del comercial que sentencia la reacción del consumidor.
Claro que la respuesta del mercado merece un periodo de observación más largo para poder tomar una decisión en cuanto a la continuidad de la marca y el afianzamiento de la misma en el catálogo. Ya veremos si esa forma de hacer cuaja o simplemente se trata de ofrecer un precio a un mercado para obtener unos resultados inmediatos.
El esquema estratégico de algunas bodegas es producir un vino de pasarela a razón de euro /punto, aproximadamente, y otros a precios más populares sincronizados con el mediático puntero, pero que sin embargo no parecen ajustarse al poder adquisitivo del consumidor actual retraido por la situación económica. Es por esto por lo que se hace necesaria crear una nueva marca que a ser posible no supere el precio del billete azul con impuestos.
Tal y como escribe un articulista de la prensa generalista con bastante influencia, pienso, en los departamentos marquetinianos de las bodegas: " No siempre es fácil aquilatar los costes sin afectar a la calidad final. Hay que utilizar barricas de segundo o tercer uso, rebajar el nivel de seleccion de la uva, estandarizar las elaboraciones..."
¿Serán éstas recomendaciones las que vertebran estas nuevas marcas o simplemente son unas frases de catálogo para tratar de explicar al consumidor las magníficas cualidades de un vino por el que no le van a quitar menos de 10 euros?
Quiero suponer que se trata de una ironía del autor del artículo cuando termina diciendo, casi como titulando: "El arte de hacer buen vino a buen precio". Porque vale que se ahorre alargando la vida de las barricas, que tantas veces enmascaran auténticas bazofias, también se podría reducir costes comprando vino estandarizado para embotellar, pero me inquieta como se interpretaría lo de "rebajar el nivel de selección de la uva" y ahorrar tanto como para reducir en más de un 50% el precio de la botella . ¿Adecuando rendimientos, quizás?
24 feb 2010
Terroir en el Salon.
Vincent Ogereau nos abrió las puertas agradecido y con sus grandes manos nos sirvió en las copas toda su gama de Anjou, Savennières y Coteaux du Layon. Aquel botritizado del 1996, Clos des Bonnes Blanches, no lo pude escupir.
Luego una vertical de muscadet de Pierre Luneau Papin, desde 1982, me pilló a traición. Sorprende como evolucionan los vinos de la melon de bourgogne.
Los Vouvray de François Pinon marcando terroir y ph y la sutil elegancia de los de F. Chidaine, también con sus Montlouis, los probamos a la carrera porque la visita a sus respectivas casas la teníamos programada para los días posteriores, lo mismo que D. Huet y D. Landron.
Los rústicos tintos amables que cultiva y elabora Emyle Heredia en Coteaux de Vendômois y el Roches Neuves de Thierry Germain en Saumur ¿O estos fueron el día anterior y este día hubo más? Es lo que tiene no tomar nota sobre el terreno, pero claro no se puede estar a todo a la vez.
Así que tomando aire y agua, llegamos a Domaine de la Bergerie, otra recomendación de Pascal.
Anne Guégniard comprendió la situación y accedió, con mucho tino, a servirnos unos 10 vinos entre secos y molleux. Sólo lo más representativo de su bodega, le había pedido. Elegantes y profundos Anjou y Savennières blancos secos, un apetecible y fresco Rosé de Loire y el nada empalagoso Cabernet d´Anjou. Un joven muy prometedor Anjou tinto, unos moelleux Coteaux du Layon y Quarts de Chaume que se situaron entre lo más alto en mi escala de valores, dentro de la categoría de vinos dulces.
Ya de retirada volvimos a pasar por el mostrador de Thomas Labaille donde, esta vez sí, pudimos comprobar que sus vinos de Chavignol resultan tan auténticos como él.
La fase más intensa de la maratón de vinos había terminado. Con las libretas repletas de notas, los bolsos de papeles desordenados, la cabeza de ideas, frases y expresiones trilingües y la boca en carne viva, nos retiramos al chalecito con barbacoa donde nos esperaban nuestros vinos y los quesos para ir ordenandolo todo un poco.
Aquella misma noche anoté:
"Sí, está bien este vino, pero no es un sancerre y lo que quiero es un sancerre" Hablaba con espontaneidad monsieur Gitton de uno de sus vinos, sin ánimo de representar el papel de vigneron ideal con un discurso aprendido. Y ojo, que cuando alguien está convencido de lo que dice y lo demuestra con lo que hace, se nota. Además tampoco tenía motivo. Incluso ni se percató de que sus palabras se me habían descargado en el escritorio.
Ésto me llegó a mi alma riojana. Todavía estoy haciendo memoria, imaginando que otro viticultor bodeguero conocido podría haber dicho y hecho algo semejante.
Luego leo aquí ésto, que según mi interpretación literal resultaría más o menos así:
El concepto AOC se materializa en el concepto de terroir
El concepto de AOC está basado en la asociación de un territorio, de una o numerosas variedades y de un savoir-faire.
Esta peculiar asociación confiere a los vinos unas características inimitables porque no son transferibles a otros lugares.
De esto se deduce que el vitivinicultor debe de estar al servicio de su terroir y tanto la elección de las variedades como las prácticas enológicas deben fortalecer la expresión a través del vino.
Y es que no en vano el lema del salón para este año fue:
Toute la richesse d'un terroir mise en lumière
Definitivamente, Loira y Rioja son modelos distintos.
17 feb 2010
¡Qué grande es el Loira!
Un pequeño paseo por el Loira, entre Vouvray y Nantes, observando las viñas y probando algunos vinos del entorno y ya echaba de menos las montañas. Un mar de tierras, el horizonte abajo.
Cuando uno llega a una zona vitívinicola de madrugada y mira a través de los cristales del tren, quiere encontrar sobre todo viñas, en casi monocultivo, como aquí y ahora en La Rioja me imaginaba. Pero juro que entre los 200 kilómetros que separan Blois de Angers, lo más parecido a una viña que ví por la ventanilla fue un corro de manzanos enanos que destacaban entre la inmensa llanura por la que se deslizaba el manso y cada vez mas caudaloso río.
Ya en la estación lo primero que pregunté fue por las montañas y las viñas, pero había una cita en el Parc des Expositions de Angers donde cada año, a primeros de febrero se reunen la mayor parte de viticultores y elaboradores de las 69 AOC que conforman esa identidad alrededor del milkilométrico Loira y que en 70.000 has. de viñedo produce unas 400 millones de botellas de vino.
En los mástiles de la puerta principal no faltaban las banderas de Reino Unido y Bélgica, paises receptores de la mitad de las exportaciones de vinos de Loira, pero el 80 % de la producción se bebe en Francia.
Allí estaban 600 expositores con sus vinos representando a las 7000 explotaciones vitícolas del Loira y aún con unas cuantas pautas anotadas en la agenda, resultaba irrestible dejarse arrastrar. Y es que las ferias de vino, tantas veces imprescindibles, suelen resultar agotadoras salvo que uno posea una ferrea disciplina sobrehumana, el calor de las personas y de los vinos
Un vistazo general al pabellón y el aroma del sílex roto por los golpecitos de un cantero nos atrajo. Curiosa forma de perfumar el ambiente, comentamos mientras levantabamos la vista y leíamos Domaine de La Pépière. Allí, a pocos metros estaba Marc Ollivier con su barba salvaje y su mirada tranquila, inteligente y noble, compartiendo con nosotros sus brillantes y esbeltos muscadet cargados de nervio.
Magnífica entrada que no traía en el guión. Y es que esto de las ferias...
Ya había hecho la promesa de no volver a pisar ninguna. No se disfruta del vino y casi tampoco de las conversaciones, muchas veces comprometidas por la situación. Con mucho ejercicio uno puede llegar a hacerse una idea de los vinos y de las cosas, pero la saturación y la ansiedad constante impide profundizar hasta el nivel que uno verdaderamente quisiera.
Ya estábamos en el Salón con el postgusto de los muscadet, y de frente: Pascal Gitton. Éste sí venía en la agenda, tanto que el viernes teníamos previsto recorrer los 350 kilómetros que separan Angers de Sancerre para conocer su viñedo y su bodega. Olisquear las cepas de sauvignon jaune de La Vigne du Larrey, origen del amable vino que tanto me gusta, pasear por Belles Dammes y de una vez por todas intentar conocer, al menos, el nombre de todos sus vinos. los Sancerre, los Poully Fumé, los Poully sur Loire, los Côteaux du Giennois y los Côtes de Duras.
Pero ni el viernes viajamos a Sancerre y ni siquiera conocimos el nombre de todos sus vinos. A cambio tuvimos el placer de pasar excelentes momentos con Pascal, su esposa y su equipo descorchando viejos sauvignones elaborados desde los años ochenta que guardaban toda su personalidad .
Convencidos de que nos haría falta todo un viaje especifico de acercamiento a la magistral viticultura y enología que profesa Gitton, anotamos la cita en la libreta de los deseos.
Luego, sec, demi-sec, moelleux, fines bulles, cremant y méthode traditonelle elaborados con chenin blanc de Vouvray, de Montlouis, de Anjou, de Coteaux du Layon, de Sauvennières. Muscadets, sauvignon blanc y jaune de Sancerre, de Poully Fumée. Rosé de loire, Cabernet d´ Anjou. Tintos a base de gamay, de cabernet franc, de malbec. Etc. Y todo concentrado en unas horas. ¡Qué despilfarro! Pero allí estábamos, probando y probando como niños en el palacio de los juguetes.
El primer día había resultado agotador y nos merecíamos una buena recompensa. Así que echamos el cierre para pasar por el hiper a comprar unos quesos y disfrutarlos en nuestra casa rural con barbaoa dónde nos esperaban un Martínez Lacuesta Reserva Especial de los años 60 ó 70, otra botella con restos de etiqueta en la que se podía distinguir pequeños trozos de una blanca de Marqués de Murrieta y un magnum de petillant de François Pinon.
Y es que queda tanto vino por descorchar...
14 ene 2010
Sorpresas

- ¡Pero, hombre!-le pregunté- ¿No creerás que el vino es como la cocacola, que siempre bebes la misma fórmula?
Hay cosechas... Y me interrumpió:
-He probado en varias ocasiones esta marca y en todas me ha sorprendido.
La primera, porque el concepto que tenía de los vinos de la zona de procedencia, distaba bastante de aquella nueva perspectiva que me ofreció. La segunda, porque no se parecía en nada a la anterior cosecha. Y la tercera, o tengo memoria de pez, a ninguna de las dos anteriores.
¡Y ojo! Que hoy en día, darle varias oportunidades a un vino, con todos los que hay, resulta poco habitual.
-Claro que habiendo tantos vinos para descorchar, siempre podrá seguir probando hasta encontrar lo que busca.-ironicé-
- No busco nada en concreto,-concluyó- sólo pretendo hacerme una ligera idea de lo que me puedo encontrar a la hora de abrir una botella.
Es posible que exista una oferta inabarcable de marcas de vino en el mercado y que el consumidor pretenda identificarlas todas, sin calcular los múltiples y diversos factores que influyen a la hora de disfrutar unas copas de vino.
Además de las variables que determinan las cosechas, otro factor que influye en gran medida es el momento en el que se consume, porque teniendo en cuenta que el vino es un ser vivo, la evolución en la botella sigue su curso, de tal manera que abrir una botella en un momento u otro puede llegar a presentarnos el mismo vino de formas diferentes.
Luego, salvo en los vinos de finca, de una a otra cosecha puede variar la composición de las uvas y/o vinos haciendo mas prominentes las diferencias entre unas botellas y otras. Está claro que hacer un vino siempre igual resulta imposible sin tener que recurrir a ciertos tratamientos tecnológicos, para producir líquidos más o menos parecidos año tras año, o recurrir a macro-homogeneizaciones.
Entonces, si habiendo tantos factores que influyen en el producto final- porque lo que pretendemos es satisfacer al cliente y que sepa más o menos lo que le puede deparar un vino antes de descorchar la botella- ¿A cuento de qué viene la marca en el vino?¿Cada cosecha debería llevar un marca distinta? ¿Habría que indicar el momento de consumo para cada marca? ¿Cuáles son los condicionantes de la marca?
Mientras se abran marcas para probar, algo de vino se beberá.
2 ene 2010
"A lo que´s la viña"

Todo, más o menos sigue igual y es por eso por lo que apetece pintar las cosas de otra manera. Distintas, ni mejor, ni peor, diferentes.
Por fín hemos terminado con los odiosos balances improductivos de nuestra estela tibia que alimentan la ansiedad más que ofrecernos una prespectiva de nuestro ciclo y de nuestras cosas.
Llegaron las cosechas y sus celebraciones y, a última hora, se hizo lo que se pudo para ajustar el balance del año y como mucho de los últimos cuatro, que es lo que obliga a guardar el fisco.
Pero puede que llevemos razón y no importe la trayectoria, que la verdad esté en este camino , que no hay reto que no se pueda superar y que el objetivo final es cerrar un cicliquito tras otro, a toda mecha, como sea, sin fín ni principio.
En fin, de todo habrá.
Este verano, no sé como llego a la mesa, presidida por un patanegra con su pezuña y unas cuantas botellas de vino, el temita este tan recurrente de los adelantos y el vino.
Contaba la reponsable del viñedo de una bodega, que después de que sus provedores hubieran leído una noticia en la prensa local sobre los métodos innovadores que utilizan para el cultivo del viñedo propio, ansiosos le preguntaban por las repercusiones que podrían tener tales adelantos. Que qué era eso del cultivo por satélite o el manejo de la viña por ordenador. Tranquilos, que no pasa nada, que todo sigue igual, y así los tranquilizaba.
Como mucho, contaba que les aclaraba: Me facilitaría las cosas que compartiéramos información a través del correo electrónico. Pero ustedes, les decía, como siempre, a lo que´s la viña.
Luego, en pleno otoño, después de vendimiar, vinieron unos "soumanes" iluninaos a presagiar que el futuro del vino estaba en los teclados.
Y así están las cosas, con mucha confusión y las uvas secas cayendo en la poda, plantando chardonés,verdejos y soviñones.
Píntenlo como les guste.