12 mar 2010

Segundas

Tras los vaivenes del mercado y a pesar de las puntuaciones estratósfericas que parecían obligadas a corresponderse con los precios, son ya legión las bodegas que optan por una marca más asequible. Una segunda opción, dicen.

Aunque me da la sensación de que esas nuevas marcas no terminan de lucir en el portafolio oficial de la bodega, ya hay prensa que alaba las cualidades de esos vinos buscando ilustrar al consumidor y sobre todo al equipo de marketing que parece estar esperando los resultados del comercial que sentencia la reacción del consumidor.
Claro que la respuesta del mercado merece un periodo de observación más largo para poder tomar una decisión en cuanto a la continuidad de la marca y el afianzamiento de la misma en el catálogo. Ya veremos si esa forma de hacer cuaja o simplemente se trata de ofrecer un precio a un mercado para obtener unos resultados inmediatos.

El esquema estratégico de algunas bodegas es producir un vino de pasarela a razón de euro /punto, aproximadamente, y otros a precios más populares sincronizados con el mediático puntero, pero que sin embargo no parecen ajustarse al poder adquisitivo del consumidor actual retraido por la situación económica. Es por esto por lo que se hace necesaria crear una nueva marca que a ser posible no supere el precio del billete azul con impuestos.

Tal y como escribe un articulista de la prensa generalista con bastante influencia, pienso, en los departamentos marquetinianos de las bodegas: " No siempre es fácil aquilatar los costes sin afectar a la calidad final. Hay que utilizar barricas de segundo o tercer uso, rebajar el nivel de seleccion de la uva, estandarizar las elaboraciones..."
¿Serán éstas recomendaciones las que vertebran estas nuevas marcas o simplemente son unas frases de catálogo para tratar de explicar al consumidor las magníficas cualidades de un vino por el que no le van a quitar menos de 10 euros?
Quiero suponer que se trata de una ironía del autor del artículo cuando termina diciendo, casi como titulando: "El arte de hacer buen vino a buen precio". Porque vale que se ahorre alargando la vida de las barricas, que tantas veces enmascaran auténticas bazofias, también se podría reducir costes comprando vino estandarizado para embotellar, pero me inquieta como se interpretaría lo de "rebajar el nivel de selección de la uva" y ahorrar tanto como para reducir en más de un 50% el precio de la botella . ¿Adecuando rendimientos, quizás?

3 comentarios:

Gabriel Haro dijo...

Me parece que las explicaciones que se dan tienen su logica, si quitas jornales en la viña, que dará una uva no tan mimada, luego empiezas en abratar costes de producción en bodega, me refiero a cristales, etiquetas, etc. Puede que puedan tener vinos mas economicos y sean mas competetivos. ¿Pero estas cosas no existian ya?

www.ino dijo...

Lo que no tengo claro es si una misma cepa puede llegar a dar uvas de 100 y otras de 50.
Luego estaría el envase retornable, los brick, las botellas de estrellas con tapón de sombrero cordobés, los brick, etc. Se me ocurren un montón de fórmulas para ahorrar costes, si es que la marca o la firma fuese lo verdaderamente importante como tantas veces se pretende.

José Luis Giménez dijo...

Qué cosas, departamentos de marketing para las sopas de ajo... :-/

Jose